jueves, 22 de noviembre de 2012

Romántica y erótica

El otro día en el avión un compañero de trabajo me dijo:
"¿Qué lees?" y yo respondí atrevida: "una novela romántica".
 Vale, no osé decirle el título,  aún estoy trabajando en la fase dos de mi autoaceptación pública... (Estaba leyendo a Keyplas, ¿Quién se atrevería a decirle a la cara a un compañero: Donde la pasión nos lleve? No tuve arrestos de decírselo).

Debo reconocer que me gustan las pelis ñoñas; que mi pareja me sorprenda con unas flores de vez en cuando; disfruto con planear un fin de semana romántico; recuerdo con emoción y cariño los primeros momentos de un flirt en una relación, antes de que la seguridad se abra paso entre la pareja... En fin, me gusta lo romántico y por supuesto, me gusta leer romántico, como a tantas y tantas mujeres. Y no me da vergüenza reconocerlo.

La novela erótica hace años que está en el mercado, muchos. Pero no era tan fácil de encontrar como lo es ahora y, además, daba corte preguntar. ¿Una mujer buscando un libro con sexo explícito? Estaba mal visto. Sin embargo los hombres compran orgullosos... en fin, no voy a entrar ahora en este debate, quizá otro día.

Sobre la literatura erótica se puede escribir mucho y aunque no me gustan los posts largos no me quiero ir sin nombrar un par de cosas. Si está bien escrita, "pone" y quien diga que no, miente. Y si no ¿por qué existe desde hace tanto tiempo? Porque gusta. Pero no es solo eso. Las mujeres y, perdonad si generalizo, tenemos un acceso y/o una visión del sexo, normalmente no muy extensa ni profunda. Probablemente es por eso que la nueva hornada de moda haya calado tanto, no solo "nos pone" sino que nos abre puertas a maneras poco conocidas. Nos gusta saber qué hay para decidir si nos interesa o no. Investigar sobre sexo, siendo mujer, no es fácil; arrastramos demasiados años de tradición y tabúes que siguen presionando y se materializan en el "qué dirán".

Como todo, no a todos nos gustan las mismas cosas. Si he de hablar en primera persona, en mi caso me sorprendió y me gustó Grey, un rato. Ahora empiezo a estar empachada. Necesitada de volver a mis novelas románticas cargadas de deseo. Las que dejan un poco de espacio para la imaginación. Pero, de vez en cuando, no está mal alternar.

Y ya que lo nombro, el deseo. ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? ¿Qué llega antes, el deseo, el amor o el sexo? También aquí habrá para todos los gustos, pero mi experiencia me hace pensar que lo primero es siempre el deseo y de ahí, puedes llegar a los otros dos. Una buena descripción de deseo que lleva al amor es lo que nos hace disfrutar de una novela romántica, o erótica.

Si tan bien ha funcionado ésta que llaman campaña de marketing que, ha arrastrado consigo la trilogía de Silvia Day, ¿por qué no hacen más campañas como esta?

Y recordad, lo que tan fácil es en la ficción de que chica buena lleva al buen camino a chico atormentado gracias al amor, no suele ser tan efectivo en la vida real. Ojo con los macarras! Y mucho cuidado ahí fuera.

4 comentarios:

  1. En todo caso habría que tener siempre en cuenta que los libros son sólo (y nada menos) que libros. No son documentales ni manuales de lo que llamamos vida real... Es campo para la imaginación.
    Como dijo Jane Austen, las novelas son "obras en la que se manifiestan las más nobles facultades del espíritu, obras que transmite al mundo el más profundo conocimiento de la naturaleza humana", pero no la reproducción de los espiritus y los seres humanos con que nos cruzamos a diario.
    Buena y honesta entrada.
    Un saludo.

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    1. Hola Fernando,

      Gracias por tu comentario. Estoy totalmente de acuerdo contigo: Los libros nos hacen disfrutar, sentir, soñar, sufrir, pasar un buen rato; pero no son "instrucciones de uso".
      Un abrazo!

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  2. Buen punto de vista y mejor puesta en escena. Siempre tenemos algo por descubrir y a alguién con quien hacerlo. Hay que animar a todos los que necesiten redescubrirse a seguir este blog o cuando menos esta filosofía. Brillante, tenaz y con ese punto de picardía que tanto echamos de menos en estos tiempos. Enhorabuena... y a por el Planeta.

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    1. Vaya subidón tu comentario, Xavi, y más viniendo de un profesional como tú. Gracias, mil gracias!!

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