miércoles, 11 de septiembre de 2013

Alguien que cuide de mí, de Judith McNaught

Misterio y romance, ambos muy conseguidos

Llegué a este libro y sólo había una opinión en Amazon que, por cierto, no era muy benévola. Hice lo de siempre; me descargué  un trozo para echar un vistazo y me gustó lo que leí. Es cierto que al principio no hay gran cosa romántica, es más bien una novela de misterio... Y a mí me encantan las novelas de misterios. Es entretenida, engancha y está bien escrita. No parece la típica historia secundaria para aderezar una historia de amor. Cuando ya pensé que la autora estaba investigando en un género diferente al que usa habitualmente me encontré atrapada en una incipiente historia romántica que se entretejía con el misterio del principio.

Los personajes están muy bien construidos, hasta los secundarios y todos se van haciendo cada vez más reales, más grandes en su dimensión como personas. Las descripciones te hacen ver las escenas sin agobiar con detalles y llegas incluso a sentir la tristeza y el dolor de la protagonista.

La recomiendo para aquellas lectoras a las que les guste algo más que una bonita historia romántica o a las que, como yo, les gusta combinar estos dos géneros. No quedaréis decepcionados.

Título: Alguien que cuide de mí
Autora: Judith McNaught
Editorial: B de Books
Género: Romántica contemporánea 

Sinopsis: La exitosa actriz Leigh Kendall se dirige hacia el norte del estado de Nueva York al encuentro de su esposo, Logan, para inaugurar juntos su nueva casa. Mientras conduce en la noche invernal, una repentina tormenta de nieve le hace perder el control del coche. Cuando vuelve en sí está en el hospital local, gravemente herida ; allí la policía le informa de que Logan ha desaparecido sin dejar rastro.…

lunes, 9 de septiembre de 2013

Adicta a los aviones

Hoy he vuelto a volar. Me he dado cuenta cuando ha llegado un whatsap de una amiga que decía que por fin tenía a sus dos hijos metidos en el coche camino del colegio (era el primer día de guardería de su hija pequeña). Terminaba el mensaje con un "¡Por fin llegó la vuelta al cole!" 

Ha sido en ese momento cuando me he percatado de que hacía más de dos meses que no volaba. Y lo mejor es que, sin darme cuenta, estaba sonriendo. Me sentía a gusto sentada en ese avión, mirando por la ventana cómo cargaban la bodega antes de despegar, escuchando una amalgama de conversaciones en diferentes idiomas (castellano, alemán, catalán e inglés) a mi alrededor y recostando todo mi cuerpo en el asiento del avión de Lufthansa.

Hoy me he dado cuenta de que en estas vacaciones he hecho lo que tenía que hacer: desconectar para poder volver a disfrutar de mi trabajo y volver a ver el mejor lado de mis viajes. 

Yo también he vuelto al cole y, como cuando era pequeña, con muchas ganas.