sábado, 16 de agosto de 2014

Menorca, ese paraíso


Generando buenos recuerdos



Despedimos Menorca desde la ventanilla del avión. Terminan 17 días en uno de los destinos más indicados para desconectar de la rutina diaria y descansar.

El inconfundible color blanco de la isla, como el de otras islas mediterráneas, contrasta con el color saludable de todos aquellos que cogemos el avión de vuelta. Menorca es tranquila en toda la extensión de la palabra. Como esgrime una de sus camisetas: "no es que conduzcamos despacio, es que tu llegas estresado".
Menorca es un plan familiar. Pero si lo quieres disfrutar a tope, vente con familia y amigos, porque no hay nada que enriquezca más el espíritu que compartir los buenos momentos. Cenar de barbacoa, aplaudir las obras de teatro que preparan los niños y que ensayan al anochecer mientras los mayores decidimos, a la fresca a qué cala ir, si del norte o del sur dependiendo de donde sople el viento (para evitar las molestas algas y las enervantes medusas). Es bucear entre rocas y peces de colores al atardecer -y más si previamente has tirado un poco de pan para atraerlos-, alquilar una barquita y calear... Sin prisa, sin grandes planes previos. Hacer una pequeña excursión cuyo premio es una playa preciosa y limpia, de aguas transparentes en la que además caben, sin problema, cuatro familias juntas... en pleno agosto.
Menorca es, además de esto y más cosas que no explico (sus fiestas, sus caballos, los paseos por Ciudadela y Mahón, el Camí de Cavalls, los talaiots, etc.) Menorca es cargar pilas, relajar el rictus, olvidar la tensión, recuperar lo mejor de la familia y reír con los amigos... La isla del viento se lleva el "tengo que" y su brisa construye recuerdos alegres.


martes, 22 de julio de 2014

Ibiza, destino del lujo y lo singular

Hace unos días, por trabajo, viajé a Ibiza. Una experiencia de 36 horas a todo trapo: Nos alojamos en al novísimo Hard Rock Hotel, asistimos a un concierto de David Guetta en una de las “mesas” de 7.000 Euros (Barra libre y dos camareros para nosotros solitos) y cenamos en el restaurante más caro del mundo. Al día siguiente, tocó descansar de tanto exceso en las hamacas vip de la playa, antes de coger el avión y volver a la vida cotidiana.


¿Qué es Ibiza? Ibiza es lo que tú quieres que sea, desde una de las islas donde encontrar un lugar para descansar, hasta el destino cuya faceta más conocida y más explotada, es la de la fiesta y la excentricidad. Y entre los dos extremos, mil matices más. La isla abrió sus puertas de par en par para recibir al verano, a los turistas, a los jóvenes y a los que van a rememorar su juventud entre las cristalinas aguas de las Pitiusas. Este año la isla blanca ofrece una experiencia más de la mano de Paco Roncero, el exclusivo, caro y totalmente diferente restaurante Sublimotion, situado en el nuevo Hard Rock Hotel de Ibiza. Como su nombre indica, una experiencia emocionante y sublime de la gastronomía.

El creador de este proyecto es Paco Roncero, Premio Chef L'Avenir (2005), Premio Nacional de Gastronomía (2006), director del dos estrellas Michelin y tres soles Repsol La terraza del Casino. Este chef madrileño es un hombre inquieto, innovador y el ideólogo de los gastrobares “Estado Puro”, y está arrancando varios proyectos en Shangai y Colombia, además de en España. Es un apasionado de la cocina y un amante de la tecnología, lo que le ha llevado a ir un paso más allá de su Taller “clandestino” situado en el Real Casino de Madrid creando la culminación de un sueño en Ibiza. Sublimotion no es un restaurante al uso, no hay carta, no hay nombres, es la interpretación del gusto y la experiencia gastronómica para crear sensaciones. Sorprende al comensal desde el diseño de sus platos de su único menú degustación que puede variar de una sesión a otra hasta la manera de presentarlos sobre una mesa inteligente y “proyectable”. Es todo un espectáculo.
 Quedamos a medianoche para atravesar el espejo y experimentar una experiencia gastronómica única en el mundo. Llegamos sentados en los Land Rover Sport, patrocinador del sueño de Paco Roncero. El famoso cocinero nos ofrece en Ibiza una atracción gastrosensorial fuera de lo común. A Sublimotion se accede por la noche, en dos turnos para doce comensales cada vez, se conozcan previamente o no.
 Para nosotros las puertas se abrieron para la segunda sesión, la de las doce de la noche. Después de una pequeña recepción donde templar los nervios ante lo que iba a suceder, entramos en una sala donde todo es blanco; inmáculo, como un papel sobre el que empezar a escribir una historia y es eso lo que vamos a hacer. Sublimotion fusiona la creatividad de los cinco sentidos: el sabor de la comida presentada en increíbles texturas, los aromas que inundan la sala a medida que el espectáculo está en marcha, procedentes de los más insospechados lugares; todo acompañado de una puesta en escena audiovisual, totalmente envolvente gracias a una pantalla de 360º.
 La experiencia comienza con un maestro de ceremonias que nos acompañará durante toda la velada presentándonos cada uno de los escenarios que nos conducirán y nos trasladaran en el tiempo y el espacio. Con él, un equipo de doce camareros montará, cuando sea necesario, cada uno de los platos de cada comensal.

Para empezar, no puede faltar una pequeña degustación de aceite, sello del cocinero y su vasto conocimiento sobre este oro derivado de la aceituna que, junto con un snack y un cóctel, abre una sesión de más de quince platos que incluyen los mejores ingredientes: carne, marisco, caviar, fruta de la pasión, hortalizas…
Enmarcados en diferentes escenarios el comensal viajará a New York, al Polo Norte, al fondo del mar, a una playa paradisíaca, al centro de la tierra o a la vieja Venecia. Será en estos escenarios donde sus platos se mimetizarán con el entorno y así probará su famosa paella de aceite de oliva creada grano a grano, o una aromática rosa de interior comestible, en el campo, podrá degustar productos de la huerta, sorprendentemente representada, y una serie de postres donde no puede faltar el chocolate, alguno de los cuales casa con la afamada cultura musical de la isla. Por supuesto, el maridaje de cada uno de los platos encuentra en el champagne, el vino –blanco y tinto- y hasta en la cerveza todo cuidadosamente elegido, la exquisitez de la perfección. No importa la marca, lo que se busca es el maridaje perfecto, la explosión de los sentidos.

Sublimotion es, en palabras de Paco Roncero, “un paso más allá del Taller del Casino de Madrid. Es la experiencia gastronómica llevada a  otro nivel con la estimulación de los cinco sentidos”. Yo he tenido la suerte de disfrutarlo y os aseguro que la experiencia es increíble. No se pagan 1.500 euros por cenar con los pies colgando en una grúa, o por estar en una bóveda rodeados de mar. Los pocos afortunados que, desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre puedan disfrutar de una exclusiva y singular cena en Sublimotion vivirán una experiencia sensorial completa: vista, oído, olfato, tacto y gusto fusionados en un torbellino de sensaciones.

¿Y qué mejor lugar que Ibiza, donde lo sentidos y las sensaciones están a flor de piel. Terminamos a las tres de la mañana, entre el concierto, la cena y la charla de antes de acostarse. Extrañamente reinaba el silencio y, digo extrañamente porque si en algún sitio la música es una constante desde que te levantas hasta que te acuestas, ese es Ibiza. Llegué a la habitación y salí a la terraza a disfrutar de las estrellas y entonces recordé la piscina privada a la que tenía acceso. Como la noche era calurosa, me puse el bikini y, sin romper el silencio, me deslice hasta el agua. Con lentas brazadas acabé de disfrutar de un día intenso y absolutamente fuera de lo normal para mí. Esto tengo que contarlo, me dije… y aunque con un poco de retraso, aquí lo tenéis J



Ficha Sublimotion
Restaurante Sublimotion  
Dirección: Hard Rock Hotel Ibiza. Platja d’en Bossa s/n07817  
Contacto:  info@sublimotionibiza.com  Teléfono: +34 618 89 13 58  
Precio del menú degustación: 1.500€  
Número de comensales por sesión: 12 (se admiten reservas de asiento individuales)   
Horario: Sesión de las 20:30 y sesión de las 24:00. 618.89.13





viernes, 13 de junio de 2014

I'm a Racer

Emoción, consumo y resistencia. 24 horas en el circuito

Dentro de mi proyecto Experiencias a los 40, tuve la posibilidad de participar en una carrera de resistencia, de 24 horas, en la que ganaba el coche que daba más vueltas al circuito sin agotar el combustible: Las 24 horas híbridas de Toyota, en el circuito de Albacete. Un día completo buscando el equilibrio entre velocidad y consumo. “Es agotador, pero muy intenso. Ve descansada. Te divertirás” me dijeron en la redacción; y pasó lo de siempre, que hasta que no lo experimentas, no eres capaz de valorar el alcance real de un sabio consejo.

Las cinco unidades de la versión híbrida del Auris eran de estricta serie, sin ninguna modificación técnica salvo la instalación del equipo de cronometraje y debían completar el mayor número de vueltas al Circuito de Albacete, desde las 15.00 del miércoles 28 de mayo hasta las 15.00 del jueves 29 de mayo, con un límite de combustible de 125 litros.

Una vez establecidos los equipos tocó hacer números para desarrollar la estrategia y los turnos de conducción.  No debíamos olvidar tampoco la importancia de reducir al máximo los tiempos de cambio de piloto, repostaje y sustitución de neumáticos que teníamos que hacer cada equipo, sin ayuda externa.
Los pilotos corriendo hacia los coches tras el banderazo de salida

El inicio de carrera fue complicado por la lluvia, la premisa que nos habíamos propuesto era la de mantener un consumo medio de 6,4 litros y dando cada vuelta en un promedio de tiempo de 2 minutos y 40 segundos. No fue nada fácil ya que la lluvia, en algunos momentos torrencial, se ocupó de ponernos las cosas difíciles. Terminamos la primera tanda de turnos a las 22:00 y aprovechamos para reponer combustible, tapando la rueda con una toalla mojada para evitar sustos y disgustos.
Primer repostaje de gasolina

Después de la cena empezamos los turnos de descanso. Era necesario dormir al menos un par o tres de horas para poder mantener el ritmo y la concentración a la hora de conducir. Las sensaciones de esas tandas de conducción nocturnas fueron extrañas. Estábamos cansados, menos acompañados por el resto del equipo (que normalmente nos iba cantando tiempos propios y del resto a través del manos libres del teléfono), y disfrutando de la conducción deportiva en circuito, a la luz de la luna. A las tres de la mañana, los técnicos de MICHELIN, que revisaban los neumáticos en cada cambio de conductor –aproximadamente cada 60 minutos-, nos aconsejaron cambiar el neumático delantero izquierdo. La mayor parte de las curvas del Circuito de Albacete son a derechas.
Cambio de neumáticos a las tres de la mañana

A medida que avanzaba la carrera, parecía que dos equipos habían acertado con la estrategia ya que se disputaban el puesto de cabeza a una cierta distancia de los otros tres. Muy a mi pesar, debo de reconocer que nosotros no supimos mantener la constancia del 6,4 y por la noche hubo mangas de mayor consumo que tuvimos que compensar bajando el gasto de combustible y por lo tanto, la velocidad. Amanecía en Albacete y los coches seguían dando vueltas. Eran las seis de la mañana y un montón de conejos celebraban cada curva mientras el sol se elevaba augurando un soleado y caluroso día. A las siete a.m. volvimos a replantear la estrategia. Calculamos el combustible que nos quedaba, cómo estaban los otros equipos y nos lanzamos a luchar por el tercer puesto: mantener el consumo constante, en 5,6 y no dejarnos adelantar por nadie.
Amanece enel circuito, 6 am
Los últimos minutos de carrera fueron de verdadero infarto. Pepus -compañero de equipo- logró eliminar el número de vueltas que nos distanciaban del tercero y cuando Juanma se puso a los mandos del volante, con el coche ya en reserva la directriz fue, “pégate a él, pero no le adelantes hasta que te avise”. Y así lo hizo. Dejando la distancia reglamentaria de dos coches entre ambos, para no beneficiarnos de rebufos, a las tres menos cinco, Pepus dio la orden “¡Pásale ya! Es la última vuelta”. En ese momento vimos en la recta de tribuna como el coche 5 (el nuestro) se ponía en paralelo para hacerle un bonito interior en la curva. Al pasar de nuevo por la recta, entramos en meta antes que el coche número 2… el error fue que no era la última vuelta. Aún faltaban unos segundos para las tres, con lo que no hubo banderazo. El coche 2 jugó bien y volvió a adelantar a nuestro número 5 y consiguió cruzar antes que nosotros la línea de meta, pasadas las tres de la tarde del jueves.

El Auris hybrid vencedor completó un total de 513 vueltas, lo que supone un recorrido de 1.815,5 kilómetros y con un consumo medio inferior a los 6,8 l/100 km, ya que aún le restaban unos litros en el depósito.

Esta carrera ha sido una experiencia, como ya me habían dicho, muy intensa. Además de permitirme experimentar en mis propias carnes las sensaciones de un piloto de carreras, sin quererlo, me ha hecho pensar en mi faceta de madre.  Esa carrera contrareloj para llegar a todo, apurando en las curvas al máximo, salvando los imprevistos y "las inclemencias del tiempo", ese cuidado con "el consumo de combustible" para que la familia no se prive de nada (vacaciones, extraescolares, viajes, ropa...), y cuando el desgaste de las herramientas llega, saber reponerlo con fuerzas nuevas, sin sentimientos de culpa por no ser los primeros y aprendiendo a disfrutar de la experiencia de tener hijos.

Un olé por todos los pilotos y las pilotas que tratan de dar lo mejor de sí, "en cada vuelta".

jueves, 12 de junio de 2014

Estación de seguimiento espacial en Robledo de Chavela

Un descubrimiento astronómico


Quizás porque soy despistada, quizás porque nunca me lo había planteado, o quizás porque es otro de los numerosos conceptos que llenan mi maleta de la ignorancia, pero no tenía ni idea de que en España hubiera una instalación de la NASA. Y hoy, conduciendo por las carreteras aledañas a Madrid, me he topado de bruces con ella.

Poca broma, que no sólo impresionan sus enormes antenas parabólicas, seis en total, con una de más de 70 metros de diámetro, sino lo que hace que la imaginación vaya más allá, es su nombre: Complejo de Comunicaciones del Espacio Profundo (Corcho! Lo de espacio profundo aún le da más calado a la cosa, si cabe).

Como me he impactado, he decidido investigar un poquito sobre ello y aquí os dejo un pequeño resumen, y lo mejor, se puede visitar, gratis. Sólo hay que pedir hora.

En colaboración con el INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial Esteban Terradas), su primera antena se colocó en 1961 para el Programa Mariner.

Este complejo fue inaugurado en 1964 aunque la primera antena se había colocado ya tres años antes. Una de las antenas de la estación sirvió de apoyo, junto al resto de antenas de la Red del Espacio Profundo, al vuelo del Apolo 11 en 1969, la primera misión tripulada en llegar a la Luna, y al resto de las misiones Apolo. «Sin las vitales comunicaciones mantenidas entre el Apolo 11 y la estación madrileña de Robledo de Chavela, nuestro aterrizaje en la Luna no habría sido posible», afirmó Neil Armstrong.

Desde estas instalaciones se ha seguido también el aterrizaje de las sondas Viking en Marte. Igualmente, fue uno de los pocos radiotelescopios que logró conectar con el robot Spirit cuando, desde Marte, perdió contacto con la Tierra.

Entre otras transmisiones que reciben estas antenas se encuentran las de diferentes sondas repartidas por el espacio y que envían información sobre la órbita en torno a los planetas Marte,
Venus, Saturno y la luna Titán. Y ya casi en los límites del sistema solar, aún se reciben transmisiones de las dos naves Voyager, que partieron de la Tierra en los años setenta, situadas mucho más allá del planeta Neptuno., o de la Pioneer 10, pese a que oficialmente la misión terminó hace años.

Y para colmo de casualidades, hace apenas unos días, esta estación cumplió 50 años.

miércoles, 21 de mayo de 2014

David Mora

Una noticia de las que te encoge el corazón


Ayer, cenaba entre amigas y risas hasta que nos llegó un whatsap de otra amiga: "chicas, gravísima cogida a David Mora". No soy aficionada al mundo taurino, no he ido nunca a una plaza de toros y reconozco que aún no tengo una opinión clara, definida ni argumentada a favor o en contra de "la fiesta taurina". Pero conocí a David Mora el año pasado y compartimos una cena en la que charlamos un poco, y es un chico encantador. Educado, entregado con pasión al mundo que ha sido su centro desde pequeño (el del toro) y muy agradable. Desde aquí, sin ánimo de polemizar, quiero mandarle un abrazo, un beso, muchos ánimos y un mensaje de recuperación. Y quiero manifestar mi denuncia sobre algunas de las barbaridades que he leído en Twitter. Qué fácil es a veces soltar la lengua, a ver quién la dice más gorda y cómo cuesta el ejercicio de empatizar.

lunes, 5 de mayo de 2014

#CosasQueAmo

La capacidad de tomar decisiones y la aventura de que sean las acertadas


Siempre que vuelvo del Empordà y me siento en casa suele pesar más mi parte espiritual que mi parte racional. Más aún si he podido disfrutar de sus campos y colores durante una buena caminata. Y así ha sido hoy. Esta vez sólo he sacado una foto, por su simbolismo y es ésta.

Este no va a ser un post largo. Es domingo, fin de puente, los niños están de exámenes y mañana es lunes. Pero antes de ponernos manos a la obra y dar por finiquitado este aperitivo veraniego que acabamos de tener, una cosa que amo: poder tomar decisiones. Y una pregunta para todos los que leáis este post: ¿cuál suele ser el camino que elegís, normalmente? Y ¿Por qué?

En la foto vemos la vía del tren que lleva a Francia. Un camino directo, conocido y, por ello, hasta cierto punto seguro. En paralelo transcurre un camino de tierra (en mi caso la primera vez que lo transitaba), y que, llega un momento en que gira ligeramente a la izquierda. Creo que por aquí se llega al siguiente pueblo, pero no estoy segura. Tampoco sé con certeza cuántos otros caminos se cruzarán con este y harán que me replantee cuál es el correcto. Vaya metáfora, ¿no? Sobre todo para mí, que siempre estoy con la cabeza hirviendo con nuevas posibilidades ;-) ¿qué camino soléis coger vosotros?

..........................................................................................................................

Debo admitir que casi llego a Sant Mori. Sólo me he equivocado en la última decisión. Me he dado la vuelta sin ver el pueblo... por segunda vez. A la tercera va la vencida. Llegaré y os mandaré una foto. Vuelvo para allá en quince días.
Besos,

domingo, 4 de mayo de 2014

Día del trabajador y Día de la madre

Madre y líder de equipo



¿Cuántas veces hemos oído hablar de la dificultad de las mujeres, sobre todo si son madres, a la hora de compaginar vida laboral y profesional? E incluso que aquellas que somos madres podemos no ser consideradas para un puesto directivo, por la dificultad de gestionar hijos y trabajo.Al empezar a escribir y leer el titular Madre y líder de equipo he pensado: “Corcho, ¡si es lo mismo!”Soy madre de tres niños (12, 10 y 8) y también soy jefe de equipo (ocho personas internas y 24 externos). Ayer me di cuenta de que, por ser madre –entregada- mi equipo se podía beneficiar de ello.
He aquí mi argumentación

Seres diferentes/heterogeneidad
  • Con tres hijos, nos damos cuenta de que los niños son diferentes entre sí, a pesar de ser hijos de los mismos progenitores (y me refiero al carácter. Son personas individuales, con sus propios miedos, ambiciones, y características diferenciadoras). Aprendemos a tratarlos según necesitan ser motivados, para prepararlos lo mejor posible para la vida.
  • Un equipo que liderar, en el mejor de los casos, está formado por personas diferentes vinculadas por un objetivo común: sacar adelante el proyecto, cada cual con sus miedos, ambiciones, y características diferenciadoras. Aplicamos lo adquirido en casa, para motivar a cada miembro del equipo y llevarlo hacia el objetivo común.


Un tiempo de calidad/saber escuchar
  • Lo normal es dirigirnos a los niños a la vez: “Chicos, a vestirse” o “Mañana nos vamos de excursión” o “¿quién tiene deberes?”. Por eso, cuando realizamos una actividad solo con uno, vemos que el vínculo se estrecha y se genera una confianza que crece si, además, sabemos escuchar.
  • Solemos dirigirnos al equipo, para comunicar, o para debatir estrategias o puntos de vista, todos a la vez, y eso está bien. Pero aún está mejor si aplicamos, de vez en cuando, un tiempo de calidad con cada uno, nos escuchamos y tendemos un camino para conocernos con mayor profundidad, no solo la capa superficial.


Los deberes/las tareas
  • No todos los niños llegan a casa y se ponen a hacer los deberes, o saben cómo sacar partido real al tiempo que dedican para hacerlos. Esto lo estoy viviendo en casa en los últimos años. Ahí estamos los padres para orientarlos y ayudarlos muchas tardes, sin hacerles los deberes, claro.
  • La definición clara de tareas, el qué y el cómo, y la ayuda a la gestión del tiempo es algo primordial para que la maquinaria funcione. Se trata de supervisar a lo largo del camino, no solo en comprobar quién y cómo ha llegado a la meta.


La paciencia
  • Con los niños, paciencia es igual a amor infinito. Creo que en este punto no voy a poner ejemplos. Tan solo decir, que hay días, que miras orgullosa a tus hijos y otros… En fin, que te los comerías con patatas.
  • La paciencia aplicada al trabajo en equipo. No todos estamos de acuerdo en todo, ni tenemos todos siempre un día bueno, ni sabemos dejar en casa los problemas que no son del trabajo. Buenas dosis de paciencia son necesarias para no complicar las cosas aún más, sobre todo en momentos de tensión, que es cuando más valor adquiere esta cualidad.


Los roles
  • Lo habéis notado en casa, ¿no? Está el responsable, el irresponsable, el gracioso, el serio, el que ayuda, el que se escaquea, el que…
  • Pues en los equipos igual. Que cada miembro del equipo tenga una cualidad predominante, no quiere decir que no se le pueda sacar partido. Como ejemplo personal, yo, que soy muy, muy optimista, me va muy bien tener en el equipo al pesimista, porque equilibra muchas veces lo fácil que lo veo yo todo. Se trata de estabilizar y para ello, los roles ayudan a caminar hacia adelante.


Las promesas… incumplidas
  • No hay nada peor que la falta de confianza de un hijo en sus padres. Y esta es consecuencia directa de las promesas incumplidas. Si un niño crece sin confiar en la palabra de sus padres, clarísimamente crecerá con una deficiencia y además se irá distanciando del grupo. El miedo de un padre/madre a perder la confianza de sus hijos, nos enseña a no hacer promesas que no podamos cumplir.
  • Conocer el coste de la decepción de un niño, hacia su madre, nos educa y nos hace valorar el hecho de realizar promesas a la brava, como posible futuro premio. Como madres, controlamos mejor la promesa como elemento motivador, cuando no estamos seguros de si la vamos a poder cumplir y lo aplicamos al equipo.


Podría seguir con más motivos, pero es la hora de ponerme a hacer la cena ;-) 

Con esto no quiero decir, ni mucho menos, que los jefes de equipo tengan que ser los “padres” de su equipo en el trabajo ¡Dios me libre! Simplemente quiero comparar que no todo el mundo tiene la experiencia y el hábito para aplicar según qué actitudes, herramientas o técnicas para conseguir de un equipo, con cariño, llegar a un objetivo común. Y quizá para eso, las madres, estemos mejor preparadas.Así que desde aquí, rompo una lanza por el beneficio que supone, para un jefe de equipo, tener hijos a cargo y ser “practicante”.


martes, 29 de abril de 2014

Vaugham Town - Opiniones

Una semana de inglés intensivo


Dentro de los objetivos vitales que me he propuesto para los próximos meses, está el de avanzar en el dominio del inglés.Como he dicho en alguna de mis anteriores entradas, "si quieres, puedes". Así que me apunté al programa de Vaugham después de que me lo recomendaran positivamente varios conocidos y de leerme todo un análisis sobre el sistema de aprendizaje que propone Richard Vaugham.

Para no teneros en ascuas hasta el final, me gustó y lo recomendaría a casi todo el mundo y más en unos casos que en otros, y desgrano mi opinión a continuación.

En qué consiste

Básicamente es un curso conversacional, que dura seis días, en los cuales te concentran como a los futbolistas en un complejo residencial (un hotel de 4 estrellas en mi caso), en un pueblo de Segovia. En el programa del que disfruté, éramos 21 angloparlantes y 16 españoles, la mayoría de Madrid, pero había algunos de Galicia, un par de catalanes, un par de vascos y alguno de la Comunidad Autónoma de Valencia. Los anglos: Tres de Canadá, tres de EUA, dos de Irlanda del Norte, tres de Irlanda, una escocesa, varios de Gales y el sur de Inglaterra y cuatro o cinco del mismo Londres. La directora del programa, australiana.
En líneas generales se trata de hablar, escuchar y hablar a lo largo de toda la semana, cambiando el interlocutor cada 50 minutos. También se hacen unas cuantas prácticas teléfonicas (dos one to one by phone y tres call conferences). Y por las tardes, de siete a ocho, actividades más cerca de lo histriónico, para soltar los nervios y la vergüenza y conocernos todos un poco mejor. Desayunas, comes y cenas en mesas formadas por dos anglos y dos españoles, con lo que sigues y sigues hablando en inglés.


El transcurso de la semana

A mí me gustó el programa, no solo por la parte de aprendizaje del idioma, sino también porque me gusta conocer gente diferente, y en la semana si algo haces es hablar y hablar con muchos perfiles, edades y procedencias diferentes. Pero es muy cansado, por lo intenso. A algunos les viene el bajón el martes, a otros el miércoles... en mi caso, fue el jueves por la mañana. Me bloquée o mejor dicho, el cansancio me ganó una batalla. Pero me duró poco. El problema es que, en mi caso, necesito un par de horas para desconectar, para que los días no me parezcan iguales y, cuando llegaba a la habitación a las once de la noche, caía rendida y no lograba desconectar. Con esto quiero decir, que en algún momento el cansancio te puede, pero el beneficio es alto y se acaba superando.

Sorprende ir hablando con unos y con otros y ver que los anglos son voluntarios que se han pagado el viaje hasta España y que lo único que obtienen a cambio, por parte de la organización es la estancia en el hotel, gratuita. ¿Por qué se ofrecen? La mayoría para conocer españoles con los que luego mantener una relación de amistad via skype y que los ayuden bien con su español, bien alojándolos en sus casas un fin de semana. Lo cual también es interesante para los españoles que hacemos el programa, ya que alarga la posibilidad de seguir hablando en inglés, aunque sea mitad y mitad. Otros lo hacen por conocer gente, de una manera altruista. En general, son encantadores.

A mejorar

A pesar de que me opinión es altamente positiva, creo que deben mejorar ciertos aspectos, como son:

- la comida: el alojamiento era un cuatro estrellas, pero la comida no lo era en absoluto. Era más bien de menú de restaurante de zona de oficinas. Que no está mal, pero que acaba aburriendo. El mismo "buffet de ensaladas", tenía de buffet lo que yo de anglo... lechuga iceber, escarola, zanahoria rallada de bote, atún, maíz, espárragos y cebolla; escasito y triste, sobre todo para mí, que soy de ensaladas a la hora de comer.

- la animación: Creo que tiene que haberla y que ayuda a derribar las barreras de la timidez, pero reconozco que en algún momento me pareció haber regresado a los dieciséis y estar de campamentos.

- la profesionalidad: Y con esto no quiero decir que no lo sean; me refiero a que no son excelentes. Faltan detalles como por ejemplo, que te llegue un mail la víspera del viaje a modo recordatorio, o que, en algunos momentos, no olviden de que el hecho de que no domines el idioma, no quiere decir que tengas tus capacidades intelectuales mermadas.

- no te corrigen. En parte lo entiendo, ya que aducen que así no nos cortamos y nos soltamos, pero a medio programa, yo creo que ya nos hemos soltado y, en mi caso, agradecería alguna corrección.

- creo que podríamos llevar preparados algunos temas (tanto españoles como anglos) para cuando te encuentras con un atasco temático o con alguien con quien no tienes química. Porque lo importante es que la conversación sea estimulante; si no se consigue un intercambio bidireccionalmente interesante aburre, y no está el cuerpo para aburrirse.

Conclusión

Lo recomiendo, sin dudas. Sí, la organización puede mejorar un poco, pero lo recomiendo. Sobre todo para aquellas personas que están a punto de ir a vivir a un país de habla inglesa (para hacer un master, un erasmus o un nuevo trabajo). También para aquellos que necesita un empujón para volver a motivarse (ese fue mi caso). Tras valorar mi paso por el programa, debo reconocer que he mejorado notablemente en fluidez, en comprensión de diferentes acentos (el último día me tocó hablar con el interlocutor que más me costaba comprender y no tuve ningún problema en seguir la conversación en todo momento). También he mecanizado algunas construcciones, gracias a haberlas escuchado repetitiva e intensamente. El avance es notable, y la motivación por no perder lo conseguido, elevada. Ahora es trabajo mío mantenerlo.
Me cuesta más recomendarlo para un programa de ejecutivos o por lo menos, el que asistí yo, no hubiera triunfado entre ese colectivo (yo porque soy muy friki...).
¡Ah! y el precio, 1.775€ por seis días. Sale a unos 300 euros al día, alojamiento y 10 horas de conversación. Vosotros elegís.
Vaugham Town

Agradecimiento a Creigh "Kortphoto" por las imágenes.

lunes, 28 de abril de 2014

Coves del Toll

Viaje al pasado

¿Qué se puede hacer un domingo de primavera con los niños? Nosotros elegimos visitar unas cuevas, cerca de Moià, las Cuevas del Toll, un yacimiento arqueológico de la preshistoria. Y allá que fuimos.

Ficha:
Interior de una de las salas
Zona: Moià (a 35 minutos de Barcelona en coche).
Precio: Dos adultos y tres niños: 27 Euros.
Duración de la visita: 45 minutos
Zona de Pic nic: Sí

Salida del río
Una actividad para disfrutar en familia, un viaje al pasado y a la aventura de los yacimientos arqueológicos. Gran parte del mérito de las buenas sensaciones que hemos tenido ha sido del guía que nos ha contado la historia con ilusión y pasión, algo caro de ver en los tiempos que corren. Se trata de unas cuevas que empezaron a ser ocupadas por los nómadas 8.000 años ac. y que eran compartidas por osos, hienas y leones prehistóricos. ¿Quién se imagina que en los bosques cercanos a Barcelona había osos que, sobre sus cuartos traseros llegaban a medir cuatro metros de alto? (cuatro metros es casi como llegar a un primer piso... poca broma).
Años más tarde, ya en el período Neolítico, los humanos se establecieron allí como hombres sedentarios. Ya sabían cultivar la tierra y se adentraron un poco más en la cueva, para almacenar la comida en vasijas construidas a tal efecto, y también para enterrar a sus  muertos.
Agujero de salida del río por el que se descubrió la cueva
Sí, todos losabemos, pero me parece interesante poder rememorar y compartir estos conocimientos con los niños in situ. Recordar como 4.000 años ac. la esperanza de vida no pasaba de los 25 años y que los niños alcanzaban la madurez sobre los once y doce años, edad en la que procreaban y salían a cazar el alimento. (Se me han puesto los pelos de punta ya que mi hija mayor tiene ahora 12, y en esa época sería una adulta y yo estaría terminando mi segunda vida...).
Reproducción de las vasijas halladas
El paso del río subterráneo ha excavado la roca durante miles años y ha convertido el lugar en un enclave mágico, de paredes que "lloran", de ruidos inexplicables -los del río- que, en su día, pudieron ser confundidos por el hablar o el rugido de los dioses.

Recreación de un poblado del Neolítico en la entrada de la cueva
La cueva quedó enterrada durante miles de años debido a un desplome del techo y bajo el lodo arrastrado por la presión del río. Pero un día, la casualidad -como en tantas ocasiones- hizo que una persona del pueblo, allá para 1.950, tras una temporada de sequía descubriera una entrada y tuviera los arrestos de seguirla, hasta que dio con una sala en la que se acumulaban algunas vasijas bien conservadas. Y desde entonces, un mes al año, las excavaciones en nuestro pasado continúan en las Cuevas del Toll.
Merece la pena visitarlas y luego darse un paseo por los bosques de alrededor, visitar la reproducción del poblado neolítico imaginando la fauna que poblaba la zona hace 8.000 años.


domingo, 27 de abril de 2014

Aventuras a los Cuarenta

La crisis de los cuarenta

Llevo dándole vueltas a este asunto una temporada y se acerca un nuevo cumpleaños (aún falta un mes, pero cada día es un escalón menos). Echamos de menos qué, ¿la década de los veinte a los treinta? y ¿por qué? porque está en el recuerdo y, normalmente en el cajón de los buenos recuerdos.
Pero luego la inercia nos arrastra en su día a día y nos olvidamos de que para tener buenos recuerdos, hay que generarlos.

Pues eso es lo que me he propuesto.
Haciendo un breve resumen de lo que significa la vida de una persona la cosa quedaría así:

Edad Obligaciones Opciones
0-16 Obediencia a los padres Escasas
16-20 Estudiar Empiezan las opciones
20-30 El cuerpo aguanta la fiesta, el trabajo y el estudio, todo a la vez La libertad de elección se hace realidad en su mayor parte
30-40 Llegan los niños Si montas una familia, escasas
40-80 Educar a los niños Por definir

Por lo tanto...
Si nuestra época de gloria dorada dura apenas 15 años, se abre ante nosotros a los forty (según esta tabla resumen), 40 años de posibilidades en las que disfrutar y que no se nos quede nada por hacer. ¿El dinero para hacerlo es importante? ¿Lo era a los 20? Yo solo sé una cosa, "Si quieres, puedes".

No hace falta ser un gato para tener siete vidas
A veces me descubro pensando en aquello que me hubiera gustado hacer, y no hice. Desde hace poco, cuando me aborda uno de esos pensamientos, me pregunto. "¿Aún estoy a tiempo?" A menudo la respuesta es sí. Por ejemplo, me hubiera gustado hacer un Erasmus o haber vivido un año en el extranjero, cuando era estudiante. ¿Aún estoy a tiempo? Pues aunque la primera respuesta que nos viene a la cabeza es "No, porque ya no estás estudiando", si nos esforzamos un poco más, podemos modificar la negación por una respuesta positiva. Si quieres, puedes. ¿Qué cuesta? Lo mismo que a los 20, ahora las dificultades a vencer son otras, pero la puerta no está cerrada. Y como esto, otras mil cosas que me gustaría hacer y para lo que me doy cuenta, de que aún no es tarde; solo hay que modificar un poquito el contexto :-)

Y allá voy, a vivir mis aventuras a los cuarenta. ¿Quién se apunta?

miércoles, 9 de abril de 2014

Nominada a la mejor novela chick lit 2013 ebook



Así, sin avisar: Nominada a la mejor novela chick lit 2013 ebook


Estoy emocionada y contenta... ¿Qué digo? Estoy flipando de alegría ;-)
Me he enterado un poco tarde, pero mi primera novela ha estado nominada junto con otras siete al premio Mejor Novela Chick Lit ebook, junto con otras autoras noveles y compartiendo nominación con otras tan conocidas como Megan Maxwel. ¡Uoooooou!

Desde aquí quiero agradecer a las blogueras que me han nominado y felicitar a Connie Jet que resultó ganadora con su novela No me llames princesa, que ahora mismo me voy a comprar y a leer.

Pero no solo eso, la portada de Así, sin avisar, realizada por mi amiga e ilustradora Luisa D'Arnaude, también ha sido nominada.
Os dejo aquí el enlace del blog en cuestión por si queréis cotillear un rato. Esta noche dormiré con una sonrisa, sin duda :D

viernes, 3 de enero de 2014

Viajar a Inglaterra con niños

Cada año, de los últimos seis, cuando llegaba el 26 de diciembre me salía la familia por las orejas, la propia y la política. Solían ser cuatro días de recorrer el mapa de España visitando a unos y a otros. Sólo tenía un deseo, escapar. Pero mis hijos (tres) aún eran muy pequeños para pensar en un viaje que compensara el gasto y el disfrute. ¡Ah! Pero el tiempo pasa, para todos, y mis niños crecieron lo suficiente como para afrontar una semana de viaje.

Barrio residencial en el pueblo de Hook
Los astros se alinearon para decidir el destino: por un lado, estoy escribiendo mi segundo libro el cual, tiene una parte ambientada en Inglaterra y, en segundo lugar, nos dejaban una casa en un pueblecito tranquilo a una hora de Londres, hacia el sur, en Hook. Dos buenas razones de peso. Lo que finalmente hizo decantar la balanza, fue que en septiembre fuimos capaces de acordarnos de nuestro deseo navideño, con tiempo suficiente para adquirir cinco billetes a buen precio.

Del 26 al 2 de enero. Empieza el viaje
Óxfod, paseo entre los Colleges
Despegamos del aeropuerto de Barcelona con destino Liverpool. Los 5 billetes nos costaron 370€. En Liverpool alquilamos un coche para siete días por el que pagamos 350€ y la primera noche la pasamos en un Premier Inn (120€ los cinco) en Oxford (después de dos horas y media de coche) donde visitamos a unos amigos. Por la mañana recorrimos el centro de Oxford, la biblioteca, el College donde Lewis Carroll escribió Alicia en el País de las maravillas y poco más. Después de comer (hora inglesa) pusimos rumbo a Hook. Por la tarde tocó ir de compras al Tesco y nos acostamos prontito.

El objetivo de nuestro siguiente día fue visitar Stonhenge, un monumento megalítico del neolítico tardío. A ver, el paseo estuvo bien, pero nos soplaron 50€ por una visita que debería haber sido gratis y, que aconsejo a todo el mundo que se cuele porque me parece un robo. Me considero una persona cívica y, de la misma manera que en el museo de historia natural que es gratis, dejamos un donativo sustancioso, para contribuir a su conservación, lo de los 50€ por Stonhenge, me parece un timo. Pero bueno, dinero aparte, la excursión contribuyó para que pasáramos un día al aire libre y habláramos un rato en familia sobre el neolítico ;-)
Stonhenge, British Heritage ;-)
Dos días en Londres
Hyde Park en un día soleado
El domingo y el lunes los reservamos para el plato fuerte. Valoramos si ir en tren desde Hook o en coche pero, al ser domingo y dados los precios que nos dieron en la estación y por comodidad nos decidimos por el coche. Los fines de semana se puede aparcar en Londres y, como teníamos un hotel en Notting Hill, pues nos fue perfecto. Aparcamos a las 10 de la mañana del domingo, gratis, en la calle, en la zona de línea amarilla, y un residente nos dijo que hasta el lunes a las 8:30 no hacía falta moverlo. El día era soleado y en lugar de coger el metro, nos fuimos caminando atravesando Hyde Park hasta el museo de Historia Natural.

Creo que se nos juntó el domingo, con las Navidades y el buen tiempo. La cola era tan enorme que me vi incapaz de intentar convencer a los niños de hacerla. Así que planteamos la primera jornada como un agradable paseo (y largo, todo hay que decirlo), pero caminando es como mejor se conocen las cosas.

Buckingham Palace, visita obligada

Hicimos el recorrido típico: Palacio de Buckingham, Abadía de Westminster, Plaza del Parlamento, el Big Ben, el Thamesis, el Ojo de Londres y por allí comimos y descansamos (60€ comer en un italiano los 5), los menús infantiles estaban muy bien de precio. Un poco más descansados continuamos hacia Trafalgar Square, Picadilly (allí nos tomamos un té y dimos tiempo a que el día se fundiera con la noche mientras se encendía el alumbrado callejero). Camino de Oxford Circus nos adentramos en Carnaby, una zona preciosa, llena de tiendas monísimas. Pero en ese momento mis hijos decidieron amotinarse y negarse en redondo a seguir caminando. Lo cierto es que entre pitos y flautas ya llevábamos cinco horas dando vueltas por ahí. Cogimos el metro y nos fuimos al hotel.
Para ir en metro en familia, puedes conseguir que la cosa te salga barata si tienes un poco de previsión y solicitando una de esas tarjetas de descuento como la Oyster, pero nosotros no somos tan organizados. Así que el domingo pagamos los dos billetes adultos (los niños hasta 10 años incluidos viajan gratis) y al día siguiente compramos uno de todo el día (17€ los dos).
El hotel, el Lords: a ver, no era ninguna joya (90€noche los 5). Pero estaba bien situado (en la zona 1 de metro, por los pelillos) y era hasta cierto punto limpio y apañado, con desayuno incluido. Habitación familiar, 2 literas y una cama individual, con un baño de tren hotel... Pero oye, para una noche, suficiente. Cenamos en la calle bulliciosa de la zona, Queensway, donde están representados todos los restaurantes del mundo y por supuesto, nosotros (ellos, los bajitos) elegimos un Burguer King. Una de las cosas buenas de la globalización. Y a las diez, dimos la bienvenida a un merecido descanso.

El segundo día en Londres
Por fin, después de cuatro días de anticiclón hizo su aparición la meteorología típica de la isla. Lluvia estilo chirimiri, calabobos... Nuestros desplazamientos fueron todos en metro. Los nuestros y el de los 5 millones de turistas de ese día. ¡En la vida había hecho cola en las escaleras mecánicas del metro que te llevan al andén! Siempre hay una primera vez para todo.
Disfrutamos de una visita en el museo de Historia Natural, donde la protagonista es la exposición de los dinosaurios, pero obviamente no es lo único interesante. Aquí, cada cual, que elija. Nosotros empezamos por un vistazo rápido a la geología (a mi hija mayor le encantan las piedras), luego otro rápido a la Ecología (vale, nos equivocamos de camino, pero fue muy interesante) y terminamos en los dinosaurios. Nos dejamos dos recorridos sin ni siquiera pisarlos, pero los niños, los míos, no tienen tanto poder de retentiva.
Ahora, eso sí, en el recorrido de los dinosaurios había que ir en fila y vigilando de no pisar al de delante, y con cuidado de que no te pisara el de detrás. Pero a pesar de la aglomeración, hay que reconocer que nos lo hemos pasado muy bien. Más metro, otro parón para comer y descansar los pies ("en el mismo sitio mamá, y pedimos la pizza de Nutella..."). Y para terminar, antes de volver al coche un glamuroso paseo por New Bond Street: Tiffany's, Cartier, Sotherby's, y todas las tiendas más caras que te puedas imaginar de joyería, ropa, subastas... Y, como tiene que ser, hemos tropezado con una de las princesas árabes y su séquito de guardaespaldas en tres vehículos saliendo de Hermés. Lo que no sé es sí forma parte de las atracciones de la ciudad ;-)

Un día en Hook
Uno de los salones de té de Tylney Hall
Con tanto tute, lo mejor: pasar un día en casa. Así que nos quedamos en el pueblo, disfrutando de la casa. También fuimos a la bolera y a tomar un té tardío en Tynley Hall. Se trata de una casa victoriana, al más puro estilo de las novelas románticas, que han reconvertido en un hotel. Una ávida lectora como yo, del género romántico, no podía dejar pasar esta oportunidad. Ha sido impresionante. Hay que ver cómo vivían los ricos en aquel entonces... 

De vuelta a Liverpool
Para terminar la semana, y dejar la casa limpia y apañada ;-) decidimos dormir la última noche en Liverpool y así también echar un vistazo turístico por la zona. Dejamos la casa y comimos un bocata en el coche para no llegar muy tarde ya que teníamos casi cuatro horas de camino. Tengo que reconocer que llegamos ya casi con la oscuridad, pero aún así no pudimos dejar de acercarnos al famoso The Cavern Club donde tocaron los Beatles en su día. Aconsejo que entréis. El acceso es gratuito y se puede entrar con niños hasta las ocho de la tarde. Además, tiene varios recovecos y en una de las salas se emite un contínuo documental sobre los Beatles. Allí hay menos follón y te puedes tomar una pinta tranquilamente con los niños sin que se agobie nadie.
The Cavern, en Liverpool

El aparthotel de la ciudad portuaria nos salió por 100€. Estaba muy céntrico y era bastante apañado también. Aunque lo importante no es tanto que sea mono, como estar cerca del aeropuerto donde, al día siguiente, tuvimos que estar a las 9:00am.

Y ya basta de plasta. Resumiendo, nos lo hemos pasado bomba. Los niños, de 7, 9 y 10 se han portado genial; ante un momento de crisis que tuvimos de "voy a estar enfadada todo el día" amenazamos con que en el viaje que hiciéramos a Nueva York, el que se portará mal no vendría (un viaje que aún no está ni programado ni mucho menos "ahorrado"). Los gastos fijos, han sido de unos 1.000 Euros. Podría haber salido más barato, sí. Y también más caro ;-) Con este presupuesto hemos cumplido un sueño y hemos vivido unos intensos días en familia. Lo recomiendo. Más de dos días en Londres con los niños, creo que no habrían cundido, por lo menos con los míos. Reconozco que nos queda mucho por ver, pero como ya les hemos dicho a ellos, con nosotros es el aperitivo, ya cuando crezcan, que se lo curren y repitan con sus amigos jeje

Feliz año nuevo!!