jueves, 12 de junio de 2014

Estación de seguimiento espacial en Robledo de Chavela

Un descubrimiento astronómico


Quizás porque soy despistada, quizás porque nunca me lo había planteado, o quizás porque es otro de los numerosos conceptos que llenan mi maleta de la ignorancia, pero no tenía ni idea de que en España hubiera una instalación de la NASA. Y hoy, conduciendo por las carreteras aledañas a Madrid, me he topado de bruces con ella.

Poca broma, que no sólo impresionan sus enormes antenas parabólicas, seis en total, con una de más de 70 metros de diámetro, sino lo que hace que la imaginación vaya más allá, es su nombre: Complejo de Comunicaciones del Espacio Profundo (Corcho! Lo de espacio profundo aún le da más calado a la cosa, si cabe).

Como me he impactado, he decidido investigar un poquito sobre ello y aquí os dejo un pequeño resumen, y lo mejor, se puede visitar, gratis. Sólo hay que pedir hora.

En colaboración con el INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial Esteban Terradas), su primera antena se colocó en 1961 para el Programa Mariner.

Este complejo fue inaugurado en 1964 aunque la primera antena se había colocado ya tres años antes. Una de las antenas de la estación sirvió de apoyo, junto al resto de antenas de la Red del Espacio Profundo, al vuelo del Apolo 11 en 1969, la primera misión tripulada en llegar a la Luna, y al resto de las misiones Apolo. «Sin las vitales comunicaciones mantenidas entre el Apolo 11 y la estación madrileña de Robledo de Chavela, nuestro aterrizaje en la Luna no habría sido posible», afirmó Neil Armstrong.

Desde estas instalaciones se ha seguido también el aterrizaje de las sondas Viking en Marte. Igualmente, fue uno de los pocos radiotelescopios que logró conectar con el robot Spirit cuando, desde Marte, perdió contacto con la Tierra.

Entre otras transmisiones que reciben estas antenas se encuentran las de diferentes sondas repartidas por el espacio y que envían información sobre la órbita en torno a los planetas Marte,
Venus, Saturno y la luna Titán. Y ya casi en los límites del sistema solar, aún se reciben transmisiones de las dos naves Voyager, que partieron de la Tierra en los años setenta, situadas mucho más allá del planeta Neptuno., o de la Pioneer 10, pese a que oficialmente la misión terminó hace años.

Y para colmo de casualidades, hace apenas unos días, esta estación cumplió 50 años.

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